sábado, agosto 28, 2010

Toda la vida se presenta a si misma como una acumulación de espectáculos
en donde el mentiroso se mintió a si mismo
I. The Cool Hunter Cuando se deshizo la DDR, nadie sabía qué hacer con unos 300 perros entrenados para controlar que la gente no cruzara la frontera. Al principio, la gente los compraba como perros guardianes, pero pronto se desepcionaron... estos perros casi ni ladraban y mucho menos atacaban a nadie. Eran más bien, tristes solitarios, que preferían arrastrarse silenciosamente bajo la sombra de algún edificio que pareciera una alta pared.

II. Hyperbolic Los amish, en su observancia estricta de la modestia (rechazando de plano la arrogancia y el orgullo... destacándose de los otros) suelen enredarse en interminables discusiones acerca de qué es admisible que terminan separándolos entre ellos: algunos usan botones, otros los prohíben; algunos emplean tractores (¡pero sin ruedas de goma!), otros sólo recurren a arados tirados x caballos; están los amish que usan autos sin cromar (amish del paragolpes negro), etc. Pero la totalidad de los amish siente la presión del mundo moderno. Pagan impuestos por servicios que no usan y rechazan la ayuda del Gobierno. Exhaltan el dejarse llevar (Gelassenheit) y rechazan la autopromoción y el afirmarse de cualquier modo.

Ha, ha, ¡la buena noticia es la misma que la mala noticia!

No hay comentarios.: