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Bus camboyano, tráfico misceláneo, pozos tipo "cráter". Una mujer no puede sentarse al lado de estos monjes budistas de túnicas naranjas que siempre parecen estar haciendo huevo. Ocupo el asiento e inicio una conversación, interrumpida constántemente por su celular que suena dentro de esa sábana naranja que tiene encima.
Es muy simpático [como casi todo el mundo] y la conversación no tiene sentido [como con casi todo el mundo]. Me dice que se llama Philip, que el nombre le gustó porque le parece occidental, lo copió de la marca Philips. En fin...
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¡Bienvenidos a Camboya! Mi contacto en Pnom Pehn me dijo que nos encontraramos en el Foreign Correspondants Club, un pub con ventiladores que nunca duermen con una magnífica vista al asqueroso rio Tonle Sap. [Se me ocurre que la rivera de Pnom Pehn aparece en "The Killing Fields"]. El punto es que el taxista no iba a poder encontrar su casa [situada en el barrio de embajadas!]. La numeración suele ser asi: 6, 27, 5a, 32, etc.. Muchas direcciones se repiten, asi no se puede.
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La pareja es un producto más del mercado. Dios ha dispuesto las cosas para que uno siempre quiera estar en otro lugar y con otra persona.
"Mi tripulación consistía más que nada de unos chiquillos entusiastas; roqueritos con un pie dentro de la tumba" Capitán Willard, cuando se embarca río arriba a la búsqueda del Coronel Kurtz, Apocalypse Now.
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