Tsunami. La palabra japonesa se descompone en "tsu" [puerto] y "nami" [ola]. No se diferencian de una ola común en alta mar.
La colosal catástrofe abrió una puerta para que podamos viajar a Sudeste Asiático en enero. Estimo que muchos viajeros habrán quedado desmotivados tras lo ocurrido y habrá cambio de planes.
Hice una mini investigación sobre Krakatoa [Krakatau], la isla que explotó en 1883 con una potencia equivalente a 10 bombas atómicas. No obstante la isla no desapareció íntegramente sino que dio luz a un pequeño conito –que crece infatigablemente– llamado Anak Krakatau ["Hijo de Krakatoa"]. Se espera que en algún momento este islote explote aparatosamente haciendo honor a su padre. Muchas de estas islas son literalmente volcanes y calderas. Krakatoa generó algo bastante impresionante al estallar: una caldera subacuática, además de alterar el clima mundial por años.
La excursión –ya excesiva– sería: travesía en precario sampán por el estrecho de Sunda, desayuno con hongo psicodélico, lectura de Sandokan de E. Salgari, visitando Anak Krakatau, isla de King Kong, isla del Dragón de Komodo, noche de arak y canibalismo con los terroristas del norte de Sumatra [Gerakin Aceh Merdeka], “descanso” en la Isla del Dr. Moreau, submarinismo en epicentro del maremoto...
Yes, it is, it's true.
I. Mientras miles mueren tomando piña colada en una playa paradisíaca, hay quienes buscan surfear estas olas monstruo. Aquí vemos a un surfer salvar increíblemente el pellejo de una ola que parece tan alta como un edificio [ola del huracán Iván].
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II. Pero hay una buena noticia señores! Estudio científico revela que masturbarse previene contra el cáncer de próstata. Grandes perspectivas para los que le han dado duro en su juventud. Estoy pensando en algo bueno en conexión al catecismo y no encuentro nada, nada, conjunto vacío.
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