1)Bush invade a Irak a sangre y fuego. Unos meses después, guerrilleros iraquíes se ponen a tono secuestrando sacrificadas trabajadoras sociales en Bagdhad [Foto : Simona Pari y Simona Torretta].
Putin invade a Chechenia a sangre y fuego. Unos meses después, guerrilleros chechenos se ponen a tono tomando de rehenes a niños.
¿Cómo es que la serpiente devora al sapo y no entiende que el sapo coma mariposas?
Los que tienen que abandonar Irak y Chechenia no son las ONG ni la Cruz Roja sino los ejércitos invasores.
2) ¿Qué futurro tienen los blogs?
O bien reformulemos la pregunta...¿existen? ¿En cuanto se diferencian de una reunión de amiguetes para jugar al billar? Uno dice: "Revolución: 4.120.000 blogs no pueden estar equivocados" Yo digo, si son tantos, es casi seguro que están equivocados.
El futugo llegó hace gato. La razón por la que la palabra "blogger" suena tan parecida a "boludo" es que se atribuye entidad a una actividad que puede ejercer prácticamente cualquiera. No conozco a nadie que se proclame "maileador" porque manda mails o "zapatilludo" porque usa zapatillas.
Ahora bien, no os desalentéis, tener un blog es 4.120.000 veces más interesante que jugar al billar. Uno puede escribir, manipular fotos, publicar lo que se le antoje. A nadie le importa mucho, nada. El blog es algo intrínsicamente poco serio. Por regla general, los blogs rioplatenses lo mamaron de entrada: no hay un sólo blog que no sea una burla a si mismo, y esto los hace, al menos, tolerables.
Con todo, si bien "virtualmente" uno podría llegar al mundo entero, suele terminar confraternizando con bloggers que viven a escasas cuadras de su casa. Bajo esta luz, parece justificado pensar que mi meet-up con la Incel [Involuntary Celibacy] Nicole Kidman se encuentre bastante demorado. No recuerdo que haya siquiera comentado algún artículo exigiéndome favores amorosos. Más todavía: el único que toca mi timbre con insistencia últimamente es Antonio, el afilador-afilador-tiene-algo-para-afilar.
Recorrido de lo que se mira en una página web. Los ojos suelen empezar fijándose en lado superior izquierdo de la página. Moscardonean por esa zona antes de ir de izquierda a derecha. Recién luego de inspeccionar la parte superior de la página empiezan a bajar.
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