1) Porque el pelo es vanidad capitalista, donde las desigualdades flamean al viento. Ahora cuando nos cruzamos con un peinado iroqués punk en extinción -que semeja a una puntiaguda yuca- uno piensa, bueno esto no es rebeldía, esto es horas de arreglo floral frente al tocador, maniobrando dulcemente con el fijador Old Spice de papá.
2) ¡Los panzottis se escaparon de la caja transparente! Parecen decir en su loca carrera entre las góndolas:
- "Por favor no filosofes cuando veas una caja de panzottis"-
Yo pensaba en cómo quedaría una caja de panzottis exhibiéndose intercalada entre las vidrieras de prostitutas del Red District de Amsterdam. O que Gomez [de Gomez World], si pudiera ser comida, sería panzotti. La epifanía me llegó cuando me dió una mano de sapo, blanda, pegajosa y tibia, y cuando la palabra:
- "Indexzazión"-
se escapó -sin documentos- de su boca de batracio fluvial acomplejado.
Mis pensamientos se escurren como moluscos. ¿Encontraron una cobra en el Hindú Club?
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