- Me gusta el vuelo nocturno a África [más que llegar a África en si]. Ir al aeropuerto de Gatwick, Londres y elegir un destino misterioso: Kinshasa, Botswana, Conakry. No hacer ninguna reservación de hotel. Esperar el vuelo de aerolínea africana piloteado por negros, en avión ruso comprado usado. Beber un gin, un Stolichnaya o un mescal en el lounge del tránsito. Ponerse chamuyistic con la única mujer que va a abordar la aeronave. Lo importante es el vuelo. En África espera la sabana pelada, el aardvark y la ensalada con lechugas mal lavadas. Libro de Arthur Clarke en mi bolso de equipaje. ¿Vive en Ceylan porque es pedófilo? Tema menor.
Desde la ventana del Business Class mirar abajo todo negro. Escuchar jazz, beber Pooky and Chooky [con Pisang Ambon] mirar abajo, 3 de la mañana, Sudán. Imaginar a un nativo raquítico y hambriento destrozar un hormiguero de termitas para robarles los escasos pedazos de hojas secas acumulados. Imaginar a un clan de hienas [Crocuta crocuta, eslabón entre el perro y el gato] darle una paliza a una manada de leones [puede ocurrir si son más]. Imaginar muchas cosas que eluden el entendimiento allá abajo, en el continente negro.
- Chispas. La mayoría de los bloggers son chiquillas adolescentes [62 %]. ¿O son hombres de mediana edad que escriben como chavas de secundario? ¡Santas nenitas jettatores! Los tiempos en que éramos rudos se escurrieron por el ventilete. En un mundo en donde muere más gente por ositos de peluche que por osos grises, tu cara se parece demasiado a esos triángulos nevados que dibujan los niños en los cuadernos.
No quiero Swissair, quiero Mozambique Airways. Vivo en una eterna polera Monday. Identificadores para equipaje de compañías aéreas
Manual antisecuestro de avión de Tajik Air: ¡No beba bebidas alcohólicas con los terroristas!
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