miércoles, julio 14, 2004

Sharapova -la reina de los alaridos- sometió a la Kournikova a una feroz paliza


Estoy considerando rebautizar esta racha de estornudos. En vez de "El nidito del pájaro" podría llamarse: "El nidito del pajero". Las referencias cultas cayeron por el tobogán. Mi tono de profesor universitario se ahoga en un cacerolo de sopas.

He comenzado mi novelón -"Ya es tarde para curarme"- que promete ser más amarillo que un risotto al azafrán. Esta es mi primera entrada, [Atención, la editaré hasta que quede presentable]:

"YA ES TARDE
PARA CURARME"

de Bob Chow

SUBTE ALSTOM - SALIENDO DE LA ESTACIÓN OLLEROS
Se debería prohibir que nenitas preadolescentes chupeteen paletones frente a mis narices, en lugares públicos. Ahora cuando esto ocurre me importuna mi celular con la melodía de Benny Hill. Atiendo con mi histórico:

-¿Qué?-

En otro lugar, mi interlocutora, tapiza con lemniscatas una servilleta en la business class de un avión de Braniff. Un rectángulo de sol ilumina su minfalda anaranjada.

- ¿Qué hacías?-
- Cosas, con interés cercano a 0. ¿Tengo que ir a buscarte a Ezeiza?-
- No, si querés le digo al otro que tiene aire acondicionado.-
- Que te pase a buscar y te traiga para acá. Si me inspiro preparo un grava lax aceptable, fijate si encontrás eneldo en un maxiquiosko.-
- Forro.-
- Anoto.-

En veinte minutos ya estaba por la Riccieri, atravesado el cementerio de aviones, pagando peajes, imaginándome una semana de medias pompón y desastres orgiásticos. El cartelón con la modelo, haciéndole una fellatio a un conogol con sorpresa, anunció mi llegada a Ezeiza.

EN OTRO LUGAR, UN TANTO MÁS SÓRDIDO
Un personaje que parece un jabalí rapado, con bigotito insolente y acento ruso toquetea un control remoto insufriblemente. Con la otra mano sostiene una medida temeraria de Stolichnaya. Sus satélites de dudosa extracción, aprovechan la cocaína que sobra en una mesa contigua, donde las American Express Platinum y similares se acumulan como mazos de cartas.

- Desengánchela a Natalya. Ya está.-

Uno de los acólitos -de aspecto mogol siberiano, aparentemente desdentado- se despega como un resorte de su silla para abrir no menos de seis cerrojos de una puerta, que pese a todo no parece una caja fuerte. Tras el trámite excesivo, la poca luz del cuarto alcanza a revelar las largas piernas de una mujer -llamativamente joven- colgando cabeza a abajo como un murciélago.

SALA DE ARRIBOS - AEROPUERTO DE EZEIZA
Una valija solitaria da interminables vueltas en una cinta sinfín. Así, espero una vez más, como un templario, otra prometedora llegada de Fiona Quick. Oh Fiona. Fiona. Fiona. Fiona. Fionísima. Fiona. Aunque choque Rusia con China te pediría más.
Tras ese momento, que juzgué decadente, Fiona Quick, emergió del control de aduana, como una estrella del Séptimo Arte, con su falda del color mencionado, su sonrisa y unos cien mil detalles más, todos de excelente factura.
[Me estrecha la mano, a la germana, inadmisiblemente]

- ¿Así saludas al remisero?-

Entonces obtengo un besito de comisuras de boca, casi budista, con pretensiones de inolvidable.
[BULLSHIT GOES ON FROM HERE TO ETERNITY...]


Hoy se celebra el Día Nacional de la Barbie en Compota. Aquí va una colección de arte enjuiciado. ¡Es muy peligroso! ¡Please, don't go! What is love??

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