¿Qué haceis cuando no haceis nada?
Casi nunca hago huevo estricto. Leo en el ascensor, llevo el violín a la playa, pero en pocas oportunidades el hueveo ["slack" en inglés, de allí "slacker": vago de mierda] impregna el aire y me dejo llevar. Por lo pronto sé lo que no hago ni en el alpedismo más aterrador: No me entretienen los jueguitos, no miro TV, no hago crucigramas, no chateo, no salgo a tomar helados, no voy a ver espectáculos.
Me gustan los tiempos muertos en los aeropuertos en que no estoy obligado a ser un superhombre superrendidor [obligaciones que me suele imponer SuperChow].
He llegado a pensar que la vida en la cárcel tiene eso de bueno: uno tiene menos opciones y no está bajo la constante presión de decidir rumbos exitosos contínuamente. Si mínimamente se mantiene en pie, cumple. No se espera nada de uno en esa situación.
El libre albedrío es agotador. ¿Cómo es que no estoy teniendo sexo sobre un géiser, cómo es que no me he convertido en un exquisito entrepreneur fundando nuevas empresas en el Canal de la Mancha? ¿No debería tener más poder? ¿No debería viajar con más frecuencia a Paris?
Esperar al hombrecito verde para cruzar
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