viernes, marzo 17, 2006

No hay camino que permita abandonar el laberinto. El laberinto cambia a medida que uno lo recorre, pues tiene vida.

Atrapado en su propia trampa, como Dédalo, que construyó el laberinto para el Rey Minos de Creta y luego se perdió en él y no volvió a encontrar la salida. Presumiblemente, Dédalo se encuentra allí todavía, al igual que nosotros.

I. Muerte e Impuestos: una representación gráfica y artística de a dónde va para la plata de los impuestos Estoy pensando cómo sería el título de la versión argentina si "Autito e Impuestos", "Muerte y Muerte" o "Muerte a los Impuestos".

II. Chocolate derretido recorre las calles de ciudad donde se incendió fábrica de chocolate Sin embargo el chocolate en ese estado puede ser tan malo como el napalm. Monjas de chocolate derretido corriendo por puentes encendidos.

III. Se confirma la identidad de "Falling Man" en el atentado a las Torres Gemelas. Debe ser terrible tener que elegir entre morir quemado o estrellado.

"Se los recomiendo", dice el cliente de la izq.
IV. Peluquero extremo utiliza hachas, espadas y aspiradora para efectuar sus cortes Existe la opción de colgar cabeza abajo mientras el peluquero húngaro trabaja con sus espadas Samurai [Usted puede tomar una Margarita mientras cuelga]. "Mis clientes nunca se duermen, cuando hago un corte de pelo".

V. Cuando se disponga a viajar por el mundo, no se olvide de su traje de pantomima bovino

No puede decirse que un encuentro con Dios sea a la enfermedad mental lo que la muerte es al cáncer: la consecuencia lógica de un proceso de deterioro.

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