martes, agosto 30, 2005

Fantásticos y volanderos diseños geométricos flamearon obedeciendo órdenes que no eran completamente suyas

I. La la la love you: Príncipe saudita se enamora de estudiante en la Universidad de Miami y ella utiliza su Boeing 727 para transportar 2 toneladas de cocaína [valor USD 30 mio, se puede comprar un montón de porcelana con eso] a Paris. El caso califica para película de Atom Egoyan, porque –como refuerzo psicológico– el príncipe Nayef bin Sultan bin Fawwaz al-Shaalan (1 de cada 3 son príncipes allí, buen nombre para banda de rock) y su novia Doris Mangeri están involucrados también con la desaparición de la teenager Natalee Holloway en Aruba . Trata de "blancas", primer análisis.
Yo imagino el viaje a Paris en el jet con las 2 toneladas, la chica secuestrada en Aruba, 1001 noches y 1 noche, según la traducción linfática del Capitán Richard Burton, aspirando coca a través del velo, es lógico pensar que el 727 se incrusta contra la Torre Eiffel.
Arabia no tiene tratado de extradición con EE.UU. así que al-Shaalan corre riesgo de que le corten la cabeza en su país natal [Mangeri fue condenada a 24 años de prisión en EE.UU]. Ahora considerando que el príncipe es multimillonario, podría violar a Britney Spears en la plaza central de Riyadh y sólo le exigirían bises. Triunfen y después saluden, por favor.

II. Un jenga-building que actúa como elevador para satélite geosincrónico [acompaña a la Tierra en su giro, manteniéndose visualmente en un "mismo lugar"]. Son unos 42.000km, ¿cuantos jengas hay que encargar? [Pensado en la rotonda de Alpargatas abordo de de BMW obsoleto, con azafata de Líneas Aéreas Paraguayas] ¿Dónde está la mujer que diga: "Soy chica de una sola noche"?

"Colectora", eufemismo impepinable del momento.
Escuchando The Torture of the Mau-Mau, tengo business que atender en Katanga, con la camisa que perdió la lucha por el más fuerte en el ropero.

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