viernes, junio 10, 2005

Charlas con el suicida que siempre falló su intento

Estos días anduve con la cola paspadita; estado de ánimo: positivo señores.

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Tschaekert ultima detalles en la Gläserne Frau
I. ¡Atención! Mmm le hace piquete de ojos a los muñecos. Luego me llega información confidencial de que se puede hacer una muñeca con los pelos de la bañadera [¿y volverla a tirar por el inodoro? ¡Qué día tenemos!] La cereza para estos muñecos de torta es que acaba de salir a la luz que los nazis inventaron la muñeca inflable (esto va en serio, aunque de risa). El proyecto parece pertenecer a Himmler, inspirado por las bajas en la SS por venéreas contraídas con putas francesas, a lo que hay que sumar su delirante obsesión por la conservación de la pureza de la raza aria.
Un tal Tschakert estuvo detrás de los aspectos técnicos de "la muñeca de vidrio" [aquí pensamos en el tema "Heart of Glass" de Blondie, pero sin fundamentos reconocibles]. El "ginoide de amables polímeros" se convirtió inmediatamente en una Geheime Reichssache [algo más secreto que la puta madre que los parió, situémosnos en la época].
La muñeca de rasgos nórdicos fue bautizada como Borghild [sugiere más un luchador cargando calaveras enemigas que algo sensual y femenino] era elástica, higiénica, atlética, lanzaba hacha y estaba lista para invadir Polonia si se lo requería.
En la Exhibición Higiénica Internacional, Himmler se entusiasma y pide 50 Borghilds, como para empezar. Pero Alemania tenía problemas más serios que la sexualidad de sus soldados ya para ese entonces. Las Borghilds no llegaron a debutar ya que las SS morían entre putas francesas y bayonetas rusas. El bombardeo de Dresden sepulta el proyecto definitivamente creando la incógnita de cómo lucían estas Borghilds verdaderamente [oportunistas venden "Borghilds actuales" a 7000 euros por unidad].

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