sábado, septiembre 11, 2004

Una cultura nos muestra su cara más franca en la pornografía

Asumo que si siento simpatía por la pornografía japonesa sintonizaré -en líneas generales- con el resto de la cultura. Es una pornografía con variedad, pero esto puede atribuirse también a la gran cantidad de japoneses. Uno se asombra de que a los nipones les agrade el tango, pero a decir verdad, también les agrada el flamenco y el chipá paraguayo. Hay japoneses para todo.

Por otro lado, ¿que puede decirse de una cultura -como la occidental- en donde la moda en el vestir de la clase alta copia a la clase pobre? Capuchas, agujeros que simulan calle y roce, ropa holgada fuera de talle, pantalones que se caen, jeans pregastados, zapatillas de negro de Harlem, etc. Por su parte, no es infrecuente que las clases bajas se procuren un dudoso ascenso social a través de marcas o nombres de la época de los cuáqueros como Jonathan y Jessica.


Participante-Robot rechazado en Cosplay, competencia de gente disfrazada de personaje de Manga/Anime. El relato en Engrish japonés -en CNN no se consigue- es delicioso: "Él fue rechazado por los organizadores. Él vino hasta aquí a hacer Cosplay. Él vino hasta aquí trayendo pesados disfraces. Él fue rechazado." En fin, quizás de regreso a su casa, pasó por una verdulería y se compró una sandía cuadrada para pasar el mal trago.
Más abajo, otros japoneses son escépticos a la convención " No quiero que todo el mundo piense que los japoneses somos así de tarados. Las chicas pueden ponerse cualquier cosa, que les va a quedar bien. Ahora, los viejos, deberían reconsiderarlo".

Creo que debo viajar a Cuba para curar mi adicción a escribir en el blog. De otra manera, no está comprobado que pueda parar. De todas maneras un asunto tan inmaterial no admite decisiones pomposas o drásticas. Luego está el aspecto sentimental con nuestros amables contribuyentes, que no se merecen una desaparición caprichosa.

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