jueves, julio 01, 2004

Y las gachis dirán que soy un Adonis, cuando les baile en un ladrillo este chotis

Correcto, yo no soy un escritor. Soy, en el mejor de los casos, un módico DJ que corta pedazos enteros de aquí y de más allá, y luego los mezcla con dudoso criterio como una Doña Petrona de la escritura. Estoy siempre en la fase experimental -involuntariamente- sin lograr dar con un estilo distintivo, y bien pago.

Tengo algunos problemas. Desde aquí veo a la escritura como un juego limitado de combinaciones de palabras, en donde soy perjudicado por mi susceptibilidad a los cliches y a un contingente grosero de términos. Por ejemplo: no emplearía nunca la palabra "pelvis", me resulta pretenciosa. Tampoco usaría "brincar" y sus derivadas ¿En qué situaciones se puede aplicar "brincar" con decencia? Sólo en situaciones calamitosas, observen:

El pajarillo brincaba de alegría por ese triunfo.
Brinqué hasta mi pieza cargado de kesitas suprahumedecidas.
Has brincado mucho muchacha, ya es hora que te tragues todo este frasco de pomada.
Brincando y salticando sobre un scrum toletolesco de víboretas.

Creo haberlos convencido que no se puede usar la palabra "brincar", para ningún efecto literario serio. Redoblo la apuesta. ¿Que pasa si intentamos utilizar "pelvis" y "brincar" en una misma oración?

Brinqué sobre la pelvis del chancho, mientras atras las balas alemanas me imponían un duro: Halt! Halt!
Partí mi pelvis cuando brinqué hasta el podio donde Senna fumaba pipa.

Stop! He consumado otro horrendo azote. Shalom. Ante la duda, desafío a todos y a todas a que presenten mejores oraciones con estás impresentables palabras [quizás dispendie un premio espiritual].



"La fiesta terminó"
de Donovan Crosby, hija capa de David Crosby [de Crosby, Still, Nash & Young] ¡Atención!

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