martes, junio 01, 2004

Te ví haciendo caídas de ojos como un eunuco cantor

No compro libros tanto por lo que cuenten sino por cómo lo cuenten. Me acaba de convencer el primer párrafo de "Yo, Claudio" de Robert Graves que empieza así:

"Yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico Esto-y-lo-otro-y-lo-de-más-allá (porque no pienso molestarlos todavía con todos mis títulos), que otrora, no hace mucho, fui conocido de mis parientes, amigos y colaboradores como «Claudio el Idiota», o «Ese Claudio», o «Claudio el Tartamudo» o «Cla-Cla-Claudio», o, cuando mucho, como «El pobre tío Claudio», voy a escribir ahora esta extraña historia de mi vida".

Apenas acabo de leer un par de páginas. Destaco su descripción de Marco Porcio Catón: "..su naturaleza severa, estúpida y pedante no lo cualificaba para nada mejor que el oficio de maestro de escuela".

En el primer capítulo Claudio va al encuentro de una sibila [adivina] en una gruta. Ésta le resulta más parecida a un mono que a una mujer, no obstante pronuncia un saludo que tenía preparado, haciendo las muecas propiciatorias del caso. A los 10 minutos ingresa la sibila real: Claudio comprende que le ha estado hablando a una momia.

Finalmente, hablando sobre otros Claudios, nos relata la vez en que Claudio el Hermoso -cuando las gallinas sagradas no quisieron comer- las arroja al mar al grito de "¡Pues entonces que beban!".


kiri-kiri-kiri... Audition de Takashi Miike: dificil de ver aun para los insiders del terror [quizás por eso no me resultó tan chocante]. Xx se durmió los 3 días seguidos que intentó ver el video, y a la cuarta noche me pidió que lo sacara asqueada [como si fuera una cucaracha]. En Buenos Aires la película fue anunciada en los diarios pero no la daban en ningún cine; luego la dieron poco tiempo en el salón de un hotel. Es sobre unos japoneses que hacen una audición de cine para conseguir una novia, y luego las cosas se les complican un poco.

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