domingo, abril 18, 2004

En el 2030 la publicidad nos penetrará como mínimo, analmente

Andando por la calle Córdoba no pude evitar ver en un cartel una raya fosforecente vertical sobre un fondo negro [publicidad de Camel, eso era todo, pero era una trampa para los ojos]. Los argumentos publicitarios actuales son como mínimo sofisticados. No es fácil llamar la atención de quien llegó al 2004.

Pero llego a esto viendo la ingenuidad de las publicidades del 60. Luego todo lo que causa fascinación en este momento, celulares turquesas que mandan fotos, la Internet, los juegos en red, y no sé que otras cosas, serán vistas en el 2030 con una tibia risita de "qué ingénuos". Supongo que la publicidad "atacará" al usuario. Saldrá del ascensor, de adentro de la botella de champagne, de dentro de una nube.

Sólo los clásicos sortean el escrutinio del tiempo, lo demás es mera necedad juvenil. Lo clásico es aquello que se escucha o se ve sin nostalgia, sin risitas, y sigue provocando un respeto a veces desgarrador.


¡A la perinola, a la fresca! ¡Este Winco viene con Sonido Espacial!!

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