domingo, marzo 21, 2004

Un poco de crítica destructiva

Un libro es como una mujer,en segundos nos damos cuenta si nos gusta o no. Me tomo un minuto adicional para ver por qué hay gente que piensa que Cortázar es bueno. Pero siempre llego a la misma conclusión: Cortázar es grasa, es superficial, tiene mucho desperdicio [el concepto de síntesis aparentemente no le vino] y por último, escribe mal.

Del primer capítulo de Rayuela [cualquier extracto es idénticamente repulsivo]:

"¿Qué venía yo a hacer al Pont des Arts? Me parece que ese jueves de diciembre tenía pensado cruzar a la villa derecha y beber vino en el cafecito de la rue des Lombards donde madame Leonie me mire la palma de la mano y me anuncia viajes y sorpresas".

Cómo que venías a hacer a Pont des Arts?? Porque no paras de hacerte la loca? Asi habla un histérico, que le gusta presentarse como un viajero que no sabe adonde va, que hoy está, mañana no sabe y que tiene la fantasía de que en cada esquina lo esperan viajes y sorpresas. Si caminaras las esquinas de Banfield, hoy Julio.

De todos modos que tenga todos estos defectos tan incómodos no lo eliminan categóricamente como escritor y queda en literatura argentina tan sólo detrás de Borges, Arlt, J.Hernandez, Lamborghini, y alguno más. Pero pasa a integrar el conjunto de los falsos genios [genios para gente mediocre, lo que vale es ser genio para gente capaz] junto a Woody Allen, Fito Páez y el vino Valmont.

Ideal para los que creen que no hay casualidades
Una dosis fue suficiente

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