martes, marzo 30, 2004

4 buses, 4 formas de estar en el mundo

Argentina: El colectivero manda, en la calle. Sube y hace descender pasajeros a su antojo, según criterios arbitarios, ej: si está con "onda", si perdió Platense, etc.

Brasil: El ônibus a toda velocidad es capaz de frenar inclusive si uno le hace una seña desde el mar. El conductor está de excelente humor y suele creerse representante cabal de Ayrton Sena.

Alemania: Pasajeros en la parada muy nerviosos porque el omnibus tiene dos minutos de retraso. Ingenuamente extiendo la mano para pararlo a la argentina, pero el conductor alemán se guia por reglas no por lo que hace el prójimo. En ciertas paradas el ómnibus para aunque no haya pasajeros para subir. En una parada alguien llega corriendo atrasado [un extranjero sin duda]. El conductor mira el reloj y arranca, sin abrirle ni hacer la mínima mueca. No es nada personal, el reglamento está por sobre las personas que lo crearon [en Argentina, todo es personal, la persona está por sobre la regla].

India: Espero un bus en una parada de New Dehli. Ingenuamente extiendo la mano a la argentina para pararlo. El bus no para, sólo aminora. Hay que correr y abordarlo. Todos los locales suben primero que yo, no hay concepto de cortesía. Adentro uno viaja como en un cubito de sopa Knorr de cuerpos apisonados.

El que conoce el África negra aprende una lección:siempre hay lugar.


No hay más lugar!

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