


I. ¿Qué hay dentro de las latas que venden sexo en lata?. Deambular como mono-humanoides por los boliches de Tokio, 1, 2,3, 4, 5 vasos de sake, se compra la lata de sexo en el vendedor automático, machacársela impunemente con la vagina de gomaespuma detrás de un puesto de panchos, acción. Sólo falta el pájaro cagándonos en la cabeza, que a esa hora, duerme. En lugar de dejar al tiempo triturarnos lentamente, hemos creído oportuno –lata en mano– en un momento frenar y pensar: ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Y cómo llegamos aquí desde la sopa primordial?

Los griegos no estaban para el cretinismo todoterreno de un Dios único, solemne y hombre: poblaron el Olimpo de dioses y diosas que se llevaban a las patadas y se burlaban de los dioses menores. Luego sigue un instante de oscuridad equivalente a unos 20 mil años.

Bien Mario en relación a ScissorsHands Graña: ""Mirá que una vez que pasás al otro lado es como en Star Wars...".

Flaco se te terminó el tiempo, mejor suerte la próxima vez.
Bob, agente de universos caducos, producto del Feng Shui mal orientado. Estado: surfeando en el colchón. Una civilización no existe ni se afirma más que por actos de provocación.
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