En algunos lugares persiste el concepto de que un libro no debe revelar las cosas; un libro debe, simplemente, ayudarnos a descubrir cosas, cosas que ni siquiera están dentro de ese libro.

Cada vez que leemos un libro, el libro ha cambiado, la connotación de las palabras es otra. Además, los libros están cargados de pasado.
[Click to enlarge]I. Caritas y anormalidades en la comida
No haga nada sin alegría. Montaigne apunta a que el concepto de lectura obligatoria es un concepto falso. Dice que si él encuentra un pasaje difícil en un libro, lo deja; porque ve en la lectura una forma de felicidad.
[Click to enlarge]II. Reacción contra la actitud de "no les tenemos miedo" We're not Afraid! de los londinenses. Se llama I am fucking terrified [Estoy recagado de miedo]
Aunque los libros son una felicidad, son, sin embargo, un placer lánguido.

III. Diseños de envase de preservativos japoneses
El concepto de un libro sagrado, del Corán o de la Biblia, o de los Vedas –donde también se expresa que los Vedas crean el mundo– , puede haber pasado, pero el libro tiene todavía cierta santidad que debemos tratar de no perder. Tomar un libro y abrirlo guarda la posibilidad del hecho estético. ¿Qué son las palabras acostadas en un libro? ¿Qué son esos símbolos muertos? Nada absolutamente. ¿Qué es un libro si no lo abrimos? Es simplemente un cubo de papel y cuero, con hojas; pero si lo leemos ocurre algo raro, creo que cambia cada vez.
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