El pelele en el telesférico
A una productora de cine le "gustó mucho" el esperpento dramático que escribí para el concurso de guiones de Metrovías. Me piden que saque algunas partes, redondee personajes. Pero yo ya quedé harto del guión y no pensaba volver a leerlo en los próximos 10 años.
Compaginar nuevos engendros -como este- me resulta un poco más llevadero. En la columna derecha yace el cementerio de 270 posts en 240 días. No se me ocurrió nunca poder estar interesado en releerlos [creo que esto es algo generalizado], ni en alta mamua, ni a punta de revólver.
La novedad, por otro lado, tiene un componente adictivo: nuevas noticias, nuevas películas, nuevas novelas, nueva ropa, etc. Pero lo que cambia es sólo el decorado, las escenas son dos o tres.
- En el auto con olor a frutilla, las hermanas se autohipnotizaban en el asiento de atrás con una lámpara de lava. No muy lejos, el remisero con gafas de culo de vaso, las vigilaba y veía cosas en el espejo retrovisor. Le pareció ver un prolegómeno de "Lesbianas de la Selva Negra", ventiladores de techo girando a una velocidad exasperante, un gato con costumbres paludícolas, una mujer con vestido de novia que era una minifalda blanca aguardando licuadoras y tostadoras, un charuto fumado por papuas narigones, un ...[CONTINÚA EN LA PÁG. 32]
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