El hombre que confundió a su mujer con un sombrero
El título, que tanto se parece a otra de mis bromas, es en cambio el nombre de un libro que trata sobre extrañísimas aberraciones perceptuales. La insólita declaración de Mmm de que "...la "a" es blanca", la "e" es azul", la "o" es roja y la "u" es marrón. No me queda muy clara la "i". Tal vez sea amarilla." me impulsa a que haga una selección de fascinantes trastornos [para los que no los padecen]:
- existe el tic de decir obscenidades involuntariamente
- Mmm, padecería de una cromestesia donde una vocal [podría ser una palabra, un aroma a cebita, etc] dispara un fotismo involuntario que es percibido en un espacio extrapersonal.
- Ahora bien, Mmm, te ha tocado una sinestesia liviana [sinestesia: permutación de sensaciones, que puede incluir hasta 20 combinaciones de los 5 sentidos y combinaciones múltiples como en los helados, ej: ver algo y sentir un sonido, inclusive una música]. Se destaca entre el grupo el gusto geométrico (gusto-tacto), ej: una mentita te haría palpar algo frío, suave y de forma redonda delante tuyo.
- Palinopia es una suerte de conservación visual. Uno ve algo, y al rato vuelve a ver lo mismo [el problema que eso sólo lo ve uno]. Quedan las imágenes guardadas y uno las vuelve a ver.
- La entomopia o visión de insecto, reproduce el mismo objeto que se ve incontables veces, tal como se lo debiera experimentar con ojos compuestos.
- Están los opuestos del déjà vu y déjà vecu [ya vivido]: jamais vu y jamais vecu; algo familiar se presenta como completamente nuevo y desconocido.
- Umkehrtsehen: es ver todo dado vuelta [afortunadamente suele ser un estado transitorio]
- Síndrome de Anton: extraña negación de un ciego de su condición. Aquí debemos reformular el dicho de la siguiente manera: "No hay peor ciego que el que quiere ver".
- Simultanagnosia: si al paciente se le presentan dos objetos, sólo puede ver uno. Ej: se le muestran una cruz y un alfajor, sólo ve el alfajor.
- Prosopagnosia o ceguera facial: incapacidad para recordar caras. Los sujetos pueden describir perfectamente los rasgos de una cara, pero debido a una disfunción en la zona del cerebro que "archiva" los rostros, son incapaces de volver a reconocer la cara más familiar. Esto crea problemas increíbles. Una prosopangnósica despliega su sistema en base a piedras para identificar a las personas. La analogía es que para ella diferenciar rostros es como para los normales diferenciar piedras similares.
Obviamente la autora no puede recordar su propia cara tampoco. Todos estos transtornos que para nosotros son una curiosidad, por momentos divertida, para quienes lo padecen pueden ser motivo de grandes sufrimientos. Espero que nadie se sienta molesto. Todo esto nos ayuda a entender también nuestras propias limitaciones.
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