jueves, abril 15, 2004

¡Welcome to Germany!

El primer techo que encontré huyendo de mis parientes en Alemania [me forzaban a ver programas de juegos por TV, a ir a jugar a los bolos, etc.] fue una pieza que compartía el baño con unas oficinas.
La pieza estaba ten points: un bulo con barra, luces estroboscópicas y decorado marino [pasé agradables noches de invierno dibujando y escuchando a David Bowie; mi mujer ya estaba con otro]. Compartir el baño was the only problem.

El primer día suena el toc-toc de la puerta y el encargado de la oficina me estrecha la mano con actitud enérgica y me saluda con un:

"¡Chow, aquí los hombres meamos sentados!!"

Ocurre que la contraofensiva de la mujer sobre el hombre es tan fuerte en Alemania que en muchos lados se conmina a que los hombres orinen sentados para no salpicar con las gotas la tabla. [lo que perjudicaría a la mujer]

Caramba, Caracho, Ein Whiskyyyy
La raza superior en acción

No hay comentarios.: