¡Welcome to Germany!
El primer techo que encontré huyendo de mis parientes en Alemania [me forzaban a ver programas de juegos por TV, a ir a jugar a los bolos, etc.] fue una pieza que compartía el baño con unas oficinas.
La pieza estaba ten points: un bulo con barra, luces estroboscópicas y decorado marino [pasé agradables noches de invierno dibujando y escuchando a David Bowie; mi mujer ya estaba con otro]. Compartir el baño was the only problem.
El primer día suena el toc-toc de la puerta y el encargado de la oficina me estrecha la mano con actitud enérgica y me saluda con un:
"¡Chow, aquí los hombres meamos sentados!!"
Ocurre que la contraofensiva de la mujer sobre el hombre es tan fuerte en Alemania que en muchos lados se conmina a que los hombres orinen sentados para no salpicar con las gotas la tabla. [lo que perjudicaría a la mujer]
La raza superior en acción
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