domingo, marzo 28, 2004

Encuentro con Atom Egoyan

Después de Kubrick, de David Lynch, de Tarantino, de Riddley Scott, de P.Weir, de Cronenberg, viene Atom Egoyan.

Sus películas son opresivas, depresivas, profundas. Pueden por momentos haberme agotado, pero me han dejado escenas que acaso recuerde para siempre.

"Exótica" trata sobre un local modernoso donde hay una nenita de secundario que hace una especie de show insinuante con fondo de "Everybody Knows" de Leonard Cohen. Un tipo grande que tiene una hija de esa edad es habitúe de ese show. Luego hay unos policias ratrillando un prado en busca de un cadáver de una adolescente.

"El Dulce Porvenir" gira en torno a un autobús escolar que tiene un accidente terrible en un pueblito de Canadá [caen en un rio helado y mueren todos]. Me marca el final: una adolescente que va a abodar ese bus en su viaje fatal, mira como entra la luz del amanecer de ese día final por una rendija de su pieza.

En "Ararat", Egoyan se mete a fondo con la cuestión armenia [el genocidio armenio]. Hay una escena en que los turcos les piden a un grupo de campesinas armenias que bailen en rondas como en un ritual. Luego las riegan con kerosén y las queman.

La testigo de esto luego dice "¿Qué hago con mis ojos ahora?"

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